domingo, 2 de octubre de 2016

CICLO DE HISTÉRESIS DE MATERIALES FERROMAGNÉTICOS

Es un hecho experimental que, al aplicar un campo magnético sobre un material, éste se perturba. Se dice que el material se imana. Si no existen interacciones magnéticas entre los momentos atómicos individuales, en ausencia de campo aplicado dichos momentos se encontrarán desordenados a temperaturas distintas de 0 K. En estas condiciones, el momento magnético total, promedio de los momentos individuales, será siempre nulo. Sin embargo, debido a la presencia de interacciones entre los momentos individuales (interacción de canje), algunos materiales presentan orden magnético a largo alcance por debajo de una cierta temperatura crítica. Si la naturaleza de la interacción es tal que los momentos individuales ordenados se suman unos a otros para dar lugar a un momento macroscópico no nulo, incluso en ausencia de campo magnético aplicado, se dice que el material es ferromagnético. A la densidad de momento magnético en ausencia de campo aplicado se le llama imanación espontánea y a la temperatura por encima de la cual la agitación térmica destruye el ordenamiento magnético se conoce como temperatura de Curie

A pesar de la existencia de una imanación espontánea local, un bloque de una sustancia ferromagnética se encuentra normalmente en un estado desimanado. La razón de esto es que el interior del bloque se divide en dominios magnéticos, cada uno de ellos imanados espontáneamente a lo largo de direcciones diferentes. De esta manera, la imanación total puede ser nula, de forma que se minimiza la energía magnetostática del sistema. Cuando se aplica un campo externo, la imanación macroscópica del bloque del material cambia, tal y como muestra la figura 1. Finalmente, cuando se aplica un campo lo suficientemente intenso, alcanza la imanación de saturación Ms, que sucede cuando todos los momentos magnéticos se encuentran orientados en la dirección del campo aplicado.


Figura 1. Representación esquemática del ciclo de histéresis de un material ferromagnético.

Si en este punto se reduce el campo aplicado, la imanación macroscópica se reduce, pero en general no regresa por el camino original. Este comportamiento irreversible de la imanación se denomina histéresis y se debe a la interacción entre los momentos magnéticos. Supongamos que después de alcanzar el estado de saturación, se disminuye el campo aplicado hasta cero. La imanación disminuye pero no alcanza un valor nulo cuando H=0. La muestra queda con una imanación Mr denominada imanación remanente. Si se aumenta el valor del campo magnético en sentido negativo, la imanación sigue disminuyendo hasta que se anula. El valor de campo necesario para anular la imanación es el campo coercitivo intrínseco, Hc. Si se sigue aumentando el campo en sentido negativo, se alcanza el estado de saturación en sentido contrario al inicial. Realizando la variación de H en sentido inverso se obtiene el llamado ciclo de histéresis del material. El área encerrada por el ciclo es la energía disipada por el material en forma de calor en el proceso cíclico de imanación al que se le ha sometido.

El ciclo de histéresis no es la única forma de caracterizar el proceso de imanación de un material ferromagnético. Si se parte de un estado desimanado y se va aplicando campo magnético al tiempo que se registra el valor de la imanación, se obtiene la curva de primera saturación. En esta curva, la derivada de la imanación respecto al campo es la susceptibilidad magnética.

Otra forma de caracterizar un material ferromagnético es, partiendo de un estado desimanado, realizar ciclos de histéresis con amplitudes crecientes. La representación del valor máximo de imanación frente al campo máximo de cada ciclo constituye la llamada curva de conmutación. Bajo ciertas circunstancias, especialmente a bajas frecuencias, suele coincidir con la curva de primera imanación.

Los elementos ferromagnéticos más comunes son el hierro, el cobalto, el níquel y sus aleaciones. La imanación de saturación de estos materiales toma generalmente valores alrededor de 1 T; el valor más alto de imanación de saturación a temperatura ambiente lo tiene una aleación de FeCo y es de 2.5 T aproximadamente. Sin embargo, se encuentran valores de campo coercitivo a lo largo de ocho órdenes de magnitud (desde 10-7 hasta 5 T a temperatura ambiente en unidades µoH). Esta propiedad no sólo depende de la composición del material sino también de su estructura, los tratamientos a los que ha sido sometido el espécimen, etc. Generalmente, el valor del campo coercitivo condiciona el rango de aplicaciones tecnológicas del material. De esta forma se establece la siguiente clasificación de los materiales ferromagnéticos.

Materiales magnéticos blandos 

  • Aplicaciones como multiplicadores de flujo (núcleos de máquinas eléctricas y transformadores: FeSi, amorfos ferromagnéticos).
  • Aplicaciones como transductores de otras propiedades (núcleos de sensores y actuadores : FeNi). 


Materiales magnéticos duros:

  • Aplicaciones en almacenamiento de energía (imanes permanentes: NdFeB, SmCo, imanes AlNiCo). 
  • Aplicaciones en almacenamiento de información) (medios de grabación magnética: CoCrPt, óxidos).





miércoles, 7 de septiembre de 2016

MODELO MECÁNICO-CUÁNTICO

Principio fundamental de la mecánica cuántica:
Principio de incertidumbre de Heisemberg
Es imposible determinar con exactitud el momento (velocidad) y la posición de un electrón de manera simultánea.

Erwin Schröedinger (1926) propuso una ecuación matemática (de la mecánica cuántica) "Ecuación de ONDA" referida al sistema formado por un núcleo y un electrón en movimiento, al resolverla obtuvo un conjunto de funciones matemáticas. Funciones de onda orbital que describen el movimiento y estado energético del electrón, la probabilidad de encontrar un electrón en una cierta región del espacio. De la resolución de la ecuación de Shröedinger surgen valores numéricos: los números cuánticos.

NÚMEROS CUÁNTICOS

  n   n° cuántico principal: nivel energético del electrón, relacionado con la energía asociada al electrón y con el volumen o tamaño del orbital. Indica el número de capa o nivel energético de la misma, toma valores enteros positivos 1, 2, 3 ...

  l   n° cuántico azimutal o secundario: especifica el momento angular del electrón en su movimiento alrededor del núcleo y determina la forma espacial del orbital. Indica el número de subniveles energéticos que pueden existir en un nivel dado. Toma valores desde 0 hasta n-1.

El número cuántico principal y el secundario determinan conjuntamente la energía del orbital en un átomo.

  m   n° cuántico magnético: relacionado con la orientación espacial del orbital toma valores -1, 0, +1 para cada "l"; representa la orientación de la forma espacial de cada orbital según un eje arbitrario de referencia que viene dado por un campo magnético externo. A todos los orbitales atómicos con los mismos números cuánticos principal y secundario se les llama orbitales degenerados ya que poseen la misma energía, aunque posean distinto número cuántico magnético. 


Los tres números cuánticos, antes descritos, definen un orbital; su tamaño, su forma y su orientación, así como su energía:

 En 1928, Dirac, al combinar la teoría cuántica con la teoría relativista, introdujo un cuarto número cuántico para designar al electrón:

   s   n° cuántico spin: representa el movimiento de rotación del electrón alrededor de sí mismo. El electrón, como carga eléctrica en movimiento, crea un campo magnético que puede ser del mismo sentido o de sentido opuesto a otro campo magnético externo. Al poder tener sólo dos sentidos de giro sobre sí mismo, "s" solo podrá tomar 2 valores -1/2 o +1/2.

Para determinar a un electrón, hay que indicar el orbital atómico en el que se encuentra y su spín, es decir hacen falta cuatro números cuánticos:




















jueves, 25 de agosto de 2016

OBJETIVO GENERAL DE LA ASIGNATURA

El alumno conocerá y aplicará los conceptos básicos de la Química para explicar las propiedades electromagnéticas de los materiales, así también, desarrollará sus capacidades de observación y de manejo de instrumentos.